domingo, 20 de enero de 2008

Una pequeña convivencia con la enfermedad propia y ajena basta para despertar de nuevo y darse cuenta de ¡cuanta solidaridad hay oculta entre los demás! y cuanto debemos valorar la salud. Sin ella, no podemos desarrollar nuestros objetivos, aunque también esa experiencia podemos vivirla con la inteligencia que te da una mente abierta, sobrepasando las dificultades y las molestias con mayor dignidad...

2 comentarios:

POPCORN dijo...

Y para desarrollar esos objetivos, que son el verdadero y unico sentido de la existencia aqui, hay que luchar para tener salud.
¿Que es luchar?, no ceder a los asuntos puramente terrenales: laborales... y toda clase de complicaciones absurdas que nos buscamos cada día. Nada merece la pena sino el cumplimiento de esos objetivos.tq

HB dijo...

AYYYYYYYYYY ke me suena¡¡¡¡