INTENTAR OBLIGAR A LOS DEMÁS A CREER Y VIVIR COMO NOSOTROS.
Evidentemente, muchas veces caemos y somos culpables de este error. Muchas veces nos sentimos víctimas de quienes nos están imponiendo su punto de vista sobre lo que deberíamos estar haciendo y como deberíamos vivir. El resultado es, un estado de tensión y resentimiento. A nadie le gusta que le digan como ha de vivir o lo que ha de hacer. Una de las principales características de las personas plenamente realizadas, es que no desean controlar a los demás. Hemos de recordarnos siempre esta verdad y seguir el consejo que Voltaire da en la última frase de Cándido: “Aprende a cultivar tu propio jardín”.
Si los demás desean plantar coles y tú eliges plantar maíz, que así sea. Sin embargo, tenemos tendencia a fisgar en la vida de los demás e insistir en que crean lo mismo que nosotros y se preocupen por las mismas cosas. Es un error muy común que el cabeza de familia imponga su voluntad a los demás miembros de la unidad familiar. También es un error muy frecuente de los políticos, que determinan lo que es mejor para todos.
Si los 6 errores de Cicerón son una parte no grata de tu vida, ten en cuenta las 6 sugerencias siguientes:
- concéntrate en tu propia vida y en como mejorarla.
- Trata de estar atento de cuando caes en la costumbre de criticar a los demás y para de inmediato.
Cuanto más consciente seas de que es más derribando los edificios de los demás, antes empezarás a construir el tuyo propio.
Cuando algo te preocupe, pregúntate: “¿Que puedo hacer al respecto”? Si está fuera de tu control, no te preocupes más. Cuando puedas hacer algo, cambia de actitud y empieza a aplicar una estrategia. Estas dos preguntas te ayudarán a deshacerte del hábito de preocuparte.
- Siempre que tengas que enfrentarte a un problema que creas que no puedes resolver, recuerda que no hay más que una solución a la espera de la respuesta correcta. Si no puedes ver esa solución, Busca a alguien que pueda dártela. Siempre hay alguien que puede ver las cosas de modo positivo. Elimina la palabra “imposible” de tu vocabulario.
- Ponte deberes para trabajar en lo que consideras temas importantes por los que todos deberíamos preocuparnos. Abandona alguna de tus actividades más banales a favor de estas tareas más valiosas y recuerda que, aunque tu contribución parezca insignificante, está causando un impacto en la resolución de grandes problemas sociales.
- Lee cada día libros espirituales o escucha cintas de este tipo en tu tiempo libre o mientras conduces. Acostúmbrate a asistir a seminarios de auto superación o a conferencias sobre toda clase de temas que ayuden a refinar la mente.
- Cultiva tu propio jardín y abandona tu tendencia a examinar y juzgar como los otros cultivan el suyo. Evita cotillear acerca de cómo deberían vivir los demás y deshazte de los pensamientos sobre lo que tendrían que hacer o porque no tienen derecho a vivir y pensar cómo lo hacen. Mantente ocupado en los proyectos de tu vida y tendrás mucho más trabajo del que preocuparte y mucho menos tiempo para obligar a los demás a que comulguen con tus creencias y vivan como tu.
Desde la antigua roma, Cicerón, el gran político orador, escritor y filósofo, nos da una lección sobre la vida. No cometas los mismos errores que ha venido cometiendo la humanidad a lo largo de los siglos. Comprométete a eliminarlos uno a uno.