domingo, 17 de febrero de 2008

ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO

La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla.

Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo: vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones.

Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay.

¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser.

¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra o sea fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto?

Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora.

La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.

Eckart Tolle (El poder del ahora)

8 comentarios:

Acido_Cinico dijo...

Un error en la red me ha hecho perder el comentario, así que lo abreviaré...
Por lo poco que os he oído, todo esto me parece una especie de revisitación del taoísmo zen: Aferrarse a cosas inaprensibles, como conceptos monádicos indefinibles (como conjunto, calidad, etc) o glorificar la existencia de realidades incognoscibles, y sin embargo presentes entre nosotros (algo que demostró Gödel hace mucho)... entiendo que para occidentales moldeados por el escolasticimo aristotélico carca eso sea atractivo, pero, realmente aporta algo nuevo y útil?
El "mensaje acuariano" de los ochenta me parecía algo similar, una gigantesca metáfora del conjunto vacío. No decir realmente nada, como hacen los políticos y los funcionarios...
No sé, contadme más del poder del ahora... (yo sólo jamás me leería el libro de Tolle, tengo literalmente cientos de libros pendientes de lectura que irían antes...)

Anónimo dijo...

La mente piensa y piensa, crea conceptos ideas etiquetas realidades. Lo inaprensible lo es desde la mente, pero si embargo el ser humano en ciertas ocasiones experimenta algo más, más allá de la mente, algo inaprensible.
A ello solo se llega por la experiencia, la mente no puede comprenderlo. Para ello primero hay que tener la valentía de renunciar a la mente y arrojarse al misterio. La mente se queja porque hablamos de algo que está mas allá de ella, y ella teme perder su sitio como tu identidad. Su reinado. Tu creencia en un yo.
Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...
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POPCORN dijo...

Hola. soy yo y SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE contigo.

HB dijo...
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HB dijo...

Creo que sí aporta algo, no me atrevería a decir nuevo, pero sí útil: Nos da la opción de seguir sufriendo el que nuestra vida dependa de los movimientos-positivos o negativos- que ocurran a nuestro alrededor, o desde una perspectiva diferente sepamos "gestionarlas" para ser felices.
En la inteligencia de lo que realmente ocurre, como ocurre y porqué, dejamos de ser esclavos de nuestras circunstancias para convertirnos en observadores de ellas.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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